Menos del 1% de las empresas utiliza el incentivo fiscal a la I+D.

Menos del 1% de las empresa utiliza las deducciones a la I+D. El 75% de las compañías innovadoras tampoco las emplea. Éstas son las conclusiones de un estudio del Instituto de Estudios Fiscales que han realizado Teodoro Cordón, de la Agencia Tributaria, y Manuel Gutierrez Lousa, de la Universidad Complutense de Madrid, que lo atribuyen a la complejidad de la legislación fiscal y a la falta de certidumbre en su aplicación. Y eso, en un momento en el que España quiere cambiar su modelo productivo. La caída de los incentivos está llevando a los centros de innovación de las multinacionales y a emprendedores españoles a establecerse en Holanda, Bélgica y Luxemburgo, jurisdicciones más benignas. El pasado miércoles la misnistra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, aseguró que España tiene una de las mejores fiscalidades de Europa, junto a Francia, en lo que respecta a I+D. Descartó mejoras y recordó la importancia del compromiso de austeridad público. Hasta la fecha, hay dos vehículos fiscales. La propia ayuda a la I+D, que es buena, pero no se usa porque la Inspección de Hacienda la deniega, y el llamado patent box, que se da a quien cede intangibles o patentes, que tiene aún menos éxito. Los esfuerzos de CIU no han fructificado y no prosperó una enmienda a la Ley de Economía Sostenible (LES) que intentaba dar más seguridad jurídica a la deducción del patent box. La Dirección General de Tributos deniega con mucha frecuencia este incentivo. Por ejemplo, a una empresa de software le dijo que la cesión de know houw es accesoria al producto que vendía. Esta deducción trata de promover que las compañías nacionales trabajen en la creación de intangibles en nuestro territorio, y que las multinacionales localicen en España sus centros de innovación. Y es en los requisitos donde las deducciones fallan. Los asesores consultados explican que las exigencias son de por sí grandes, pero que, luego, la Inspección echa por tierra la planificación de las empresas y deniega los incentivos. Así lo certifica David Sardá, director del Departamento Fiscal BDO Abogados y Asesores Tributarios, que entiende que la patent box "debería mejorar si se quiere evitar una fuga de empresas". Eso sí, Garmendia admitió que el marco fiscal no es "suficientemente utilizado por las pymes" y que Ciencia intenta mejorarlo con incentivos a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). El problema, constatan los expertos, es que las pymes prefieren no arriesgarse a que la Inspección no les dé el visto bueno. Según ha podido saber este diario, Ciencia intenta que Economía avale el cheque fiscal, que permite a las empresas reembolsarse la parte del incentivo que no se deduzcan, como en Francia. Y que la patent box tenga el refuerzo de un informe motivado. La deducción a la I+D sí que goza del informe motivado, por lo que las empresas tienen la seguridad de que la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) avala la deducción. El país vecino introdujo en 2007, dentro del plan de estímulo económico en la crisis, una política de devolución inmediata de los créditos fiscales en I+D no imputados (por falta o inexistencia de cuota), el llamado cheque fiscal que da vida a las empresas.

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