El Gobierno propone en Bruselas subir las cotizaciones a los salarios más altos

El Gobierno de España ha propuesto a la Unión Europea una subida de las cotizaciones sociales para los sueldos más altos. En concreto, estudia el destope de la base de cotización máxima, que ahora mismo se sitúa en los 48.841,20 euros anuales, o los 4.070,10 euros al mes. Hasta ahora, este salario marca el tope de cotización y los sueldos por encima aportaban la cantidad máxima a la seguridad social.

En el documento enviado a Bruselas, el Gobierno propone una "adaptación gradual" de las bases de cotización máxima. Sin embargo, también quiere que la pensión máxima que resulte tras la subida de las aportaciones aumente. "La modificación deberá ser concurrente con un cambio de la pensión máxima para no afectar a la naturaleza contributiva del sistema", destaca el documento.

El informe asegura que se ha producido un aumento de la desigualdad en los últimos años. A su juicio, "esta situación no está correctamente recogida por medidas agregadas tradicionales como el índice de Gini". De esta forma, el Gobierno asegura que España requiere "una adecuación del sistema que tenga en cuenta la evolución de toda la distribución".

Tal y como publicó la revista Pensiones de elEconomista, destopar totalmente las bases máximas de cotización a la Seguridad Social -como insinuó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace dos años- implicaría unos ingresos añadidos a la Seguridad Social de 4.470 millones de euros al año, según datos del propio organismo. El millón de trabajadores afectados tendría que desembolsar 742 millones de euros más cada año mientras sus empresas verán aumentar sus costes salariales en 3.728 millones. No obstante, esos ingresos enjugarían un cuarto del déficit de la Seguridad Social, superior a los 18.000 millones de euros.

Si la pensión máxima sube en la misma proporción que la base máxima, en un periodo de cinco años, supondría un quebranto para la Seguridad Social. Según datos oficiales, si se subiese un 2% tanto la base como la pensión mínimas, en el primer año los ingresos crecerán 249 millones y los gastos 200 millones. Pero a los cinco años, los ingresos subirán 1.151 millones, por debajo de los gastos que se elevarán a 1.163 millones, generando un déficit a la Seguridad Social de unos 15 millones de euros.

A noviembre de 2017, el 8% de los afiliados estaba cotizando por el máximo, es decir, por 45.000 euros al año. Lo que supone poco más de un millón de trabajadores. De ellos, 631.000 tenían unos salarios de entre 45.000 y 60.000 euros anuales que, si se produce un destope total, incrementarán su cotización de media un 14 por ciento; 246.000 están entre 60.000 y 75.000 euros con un aumento medio de su cotización de un 48%; 94.000, entre 75.000 y 90.000 euros, cuya cotización subiría un 81,3%, y 29.000 afiliados tienen salarios por encima de los 90.000 euros. Estos últimos verían un incremento medio de su cotización del 220 por ciento. Es decir, duplicarían con creces sus actuales aportaciones a la Seguridad Social. De media, este millón de trabajadores tendría que abonar a las arcas públicas un 35% de media más cada año.

Fuente: www.eleconomista.es

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