El consejero delegado Bolsas y Mercados Españoles (BME), Javier Hernani, consideró hoy un "error" establecer un impuesto nacional a las transacciones financieras porque perjudicará a la industria, no tendrá la capacidad recaudatoria que se presume y lo acabará pagando el ciudadano.
Así lo advirtió durante unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de BBVA sobre finanzas sostenibles.
"Si el impuesto es solo español, estamos haciendo un flaco favor a la industria española", alertó señalando que no tiene sentido fijar un tributo así cuando estamos en un mercado único como es el de la Unión Europea. "Fiscalmente no se debe empujar la falta de competitividad de un sector", denunció.
A su juicio la única manera de que fuese "equitativo" es que se determinase a escala europea, ya que una tasa que no sea global generaría una situación "complicada, incluso desde el punto de vista de su recolección" o cobro ya que las operaciones pueden comprometer mercados de distintos países para su gestión, compensación y liquidación.
"Las cañerías han evolucionado en los últimos años" y no se puede pensar, alertó, que sería tan fácil seguir la recaudación como cuando lo aplicó Francia hace cinco años, ya que hay que saber "donde se mueve la liquidación" para una buena "persecución del impuesto".
Además de arremeter contra la idea de fijar una tasa española, consideró igualmente un error creer que lo pagará la banca "o alguien desconocido y malvado". "No es así, lo terminará pagando, como siempre, el ciudadano ( ) el contribuyente, el inversor", afirmó.
"Lo pagaremos cada uno de nosotros", indicó, alertando de que un incremento en el coste de la transacción se "coloca inmediatamente en el coste de la financiación" y hará que las compras y ventas de valores sean "a precios peores" en favor de un beneficio "que es dudoso
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