Hacienda recupera el impuesto digital de Montoro de hasta un 5%

Hacienda recuperará el impuesto a las tecnológicas que ultimaba Cristóbal Montoro con un gravamen de hasta el 5% a la economía digital y prevé aprobarlo en un proyecto de ley próximamente. El Ministerio que dirige María Jesús Montero tiene encima de la mesa el plan de su predecesor, que quiere mantener, y que pretende gravar los servicios de intermediación, la publicidad y la venta de datos digitales de empresas extranjeras y españolas en España para recaudar 600 millones de euros. Según fuentes conocedoras, quedan dos últimas decisiones por tomar, lo que se hará, previsiblemente, entre hoy y mañana, antes de que la ministra comparezca en el Congreso el miércoles.

Falta por cerrar el tipo, que se situará entre el 3% y el 5%, y el umbral de facturación de las empresas afectadas, que va a ser más reducido que lo que plantea Bruselas para el impuesto europeo que promueve –al menos 750 millones globales y 50 en la UE–.

El impuesto quiere gravar a todas las empresas que ofrezcan estos servicios en España, aunque no estén físicamente en territorio nacional.De esta forma, la tasa Google, cuyo proyecto de ley el Gobierno quiere aprobar este mes –junto con el impuesto a la banca– para que empiece a tramitarse en el Congreso, se perfila mucho más amplia de lo que se deducía de lo que se ha denominado impuesto a las “grandes tecnológicas”, lo que parecía dirigirse a las multinacionales de Silicon Valley, con Google, Apple, Amazon y Facebook a la cabeza, tradicionalmente blanco de las críticas del Gobierno por no tributar en España por los beneficios generados aquí.

Y es que sólo gravar a empresas extranjeras sería discriminatorio, por lo que operadores españoles de telefonía que venden datos y plataformas online y de economía colaborativa nacionales, entre otros, pueden ser contribuyentes del impuesto. El tributo será indirecto, por lo que no gravará la capacidad económica de la empresa sino el servicio que presta. Se quiere evitar que sea directo y se asimile a Sociedades, lo que obliga a seguir los Convenios para Evitar la Doble Imposición. Como impuesto indirecto, para diferenciarse del IVA, será gravado en cascada, lo que puede producir dobles o triples imposiciones.

El tributo no gravará nunca directamente al consumidor, aunque no es descartable que las empresas le repercutan el nuevo coste. España se adelantaría así con el primer impuesto verdaderamente digital en la UE.

En lo que respecta a la banca, Hacienda estudia varios proyectos y no ha tomado una decisión. Lo que sí parece descartado es imponer un gravamen nacional a las transacciones financieras, como lleva el PSOE en su programa, ya que se prefiere esperar a que prospere el proyecto europeo a partir de la cooperación reforzada. El Fisco sopesa si crear un impuesto a la banca específico, en línea con el bank levy que tiene en vigor Reino Unido desde 2011 a los balances de las grandes entidades, o activar un recargo sectorial en el Impuesto sobre Sociedades. Montero aseguró el jueves que se estudia una fórmula “novedosa” en la UE.

La reforma del Impuesto sobre Sociedades para que haya un mínimo de tributación del 15% y una revisión a las deducciones en este tributo puede hacerse vía Real Decreto-ley o como acompañamiento a la Ley de Presupuestos de 2019.

La nueva tributación verde que se quiere activar se estudia junto con el Ministerio de Transición Ecológica y debe todavía madurarse. Se trata de un recargo al diesel que se analiza con cuidado para no perjudicar a la clase media y de nuevos tributos.