Nuevo intento para armonizar la base imponible de Sociedades

La Comisión Europea adoptó ayer un paquete de medidas que, de ser aprobado por los 28 Gobiernos de la Unión Europea, dará un vuelco al modo en que las empresas pagan sus impuestos. Pero el camino no va a ser nada fácil. Ya lo intentó en 2011 y el plan naufragó sin remedio aparente. Pierre Moscovici, comisario de Economía, presentará hoy los detalles, adelantados ayer por EXPANSIÓN.

¿Qué propone la Comisión?

Las propuestas del Ejecutivo comunitario pretenden armonizar la base imponible del Impuesto de Sociedades de los 28. Esto es: unificar el modo de cálculo de la base imponible del Impuesto de Sociedades, dejando a discreción de cada uno de ellos el tipo del gravamen. Básicamente se trata de que la misma clase de ingreso, gasto o inversión, tenga el mismo tratamiento fiscal en cada uno de los países. En una segunda etapa, el objetivo es 2021, las multinacionales con facturación superior a los 750 millones de euros deberían presentar una única declaración de beneficios europea. De ahí se calcularía el impuesto a pagar y este luego se repartiría entre los Estados en función de una fórmula que tendría en cuenta los empleados, los activos y las ventas en cada país.

¿Qué pretende conseguir?

Uno de los principales objetivos es eliminar resquicios a la elusión fiscal, eliminando incongruencias entre sistemas tributarios nacionales. Pero además, la Comisión ha aprovechado esta propuesta para inducir una serie de efectos colaterales que considera esenciales para mejorar la competitividad de las empresas y diversificar sus fuentes de financiación. La primera, incentivar la inversión en investigación y desarrollo (I+D) mediante unas súper bonificaciones fiscales, que pueden llegar a alcanzar el doble de lo invertido. La segunda, promover la financiación a través de las ampliaciones de capital y la retención de beneficios, otorgándoles el mismo tratamiento impositivo que el de los intereses de los préstamos bancarios.

¿Cómo será la bonificación fiscal al I+D?

Los planes de la Comisión contemplan que las empresas puedan reducirse el 150% de la cantidad invertida en I+D hasta los 20 millones de euros. A partir de esa cifra habrá una bonificación adicional del 25%.

¿Y los incentivos a la emisión de acciones?

El Ejecutivo europeo creará una Asignación para el Crecimiento, que permitirá deducir un porcentaje de esos importes. Éste se determinará en función de una tasa que se calculará cada año en función del tipo de interés libre de riesgo y una prima de riesgo. Ahora sería del 2,7%.

¿Saldrá adelante?

No va a ser fácil. Las iniciativas legislativas sobre fiscalidad requieren el visto bueno de todos los Estados Miembros y estos guardan celosamente esa competencia de las manos de Bruselas. Además, el modo en que un Gobierno grava a las empresas de su territorio es un asunto muy sensible para muchos países, especialmente aquellos que ofrecen ventajas fiscales para atraer empresas. Pero esta vez Moscovici cuenta con dos armas, una opinión pública más sensibilizada con la evasión fiscal y un enfoque de aplicación en dos fases: primero la armonización de la base imponible, la más sencilla, que no fácil, y luego la consolidación, mucho más compleja políticamente.

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