Los bancos cotizados superan con creces la exigencia de capital del BCE

Los bancos españoles cotizados cumplen con creces los niveles mínimos de solvencia que el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), dependiente del Banco Central Europeo, les ha exigido a cada uno de ellos individualmente. Los supervisores han establecido una banda del capital de máxima calidad que oscila entre el 9% de los activos ponderados por riesgos y el 10%.

Bankinter es, entre las entidades cotizadas, el banco al que se le exige un menor nivel de capital, el 9%; a las dos entidades cuya sede esta en Cataluña, CaixaBank y Sabadell, el MUS les pide que tengan unos niveles mínimos del 9,5%, y en Santander, BBVA, Popular y Liberbank, la cifra se eleva al 10% En este último grupo hay que hacer una consideración: los dos mayores bancos tienen un recargo de un 1% sobre el que se les exigiría por ser sistémicos.

La exigencia de esos niveles de recursos propios medidos por Basilea III con el calendario de implantación previsto lo piden los supervisores europeos a partir del pasado 30 de septiembre. Pero las entidades españolas no tienen problemas porque, con los datos al término del primer semestre del ejercicio, todos los bancos cotizados superan de largo el requerimiento.

El ránking de cumplimiento también presenta diferencias tanto en lo que se refiere al volumen relativo como a la distancia entre el volumen de recursos propios de que disponen y los requeridos.

Exceso de capital

Las cifras publicadas muestran que Liberbank es, a distancia, la entidad que tiene un porcentaje mayor de recursos propios respecto a sus activos ponderados por riesgo: alcanzan al 13,4%. Le siguen CaixaBank (12,8%), Bankia (12,77), Popular (12,45), Santander (12,4%), BBVA (12,3%), Bankinter (11,82%) y cierra la lista Sabadell con el 11,5%. Ninguna de las entidades tiene unos niveles de capital por debajo del 11% y por lo tanto todas ellas cumplen con holgura lo establecido por los supervisores para cada uno de ellos.

No obstante, el nivel de confort no es uniforme ya que mientras que Liberbank y CaixaBank tiene más de tres puntos de diferencia entre sus recursos propios y las exigencias, el resto de entidades están más cerca de los 2 puntos que de los 3, salvo Bankinter que se acerca con un 2,8% de exceso de capital sobre lo fijado por la autoridades.

Aunque las entidades no tiene problemas para cumplir con el requerimiento lo cierto es que este ha subido respecto al establecido el año anterior, cuando se acababa de estrenar el Mecanismo Único de Supervisión europeo ya que entonces se estableció una banda que oscilaba entre el 7% y el 9%, siendo la cifra más común el 8%.

La subida se explica, además de porque los supervisores consideran que se debe extremar el nivel de fondos que puedan hacer frente a situaciones de crisis, porque en la actualidad el MUS tiene un conocimiento mucho más profundo y concreto de cada entidad. No solo porque en su primer año de funcionamiento han podido perfeccionar sus métodos de trabajo sino también porque en estos meses han mantenido numerosas reuniones con los responsables de las entidades y han solicitado mucha información a los bancos que les ha permitido hacerse una idea más nítida de la situación de cada una de ellas y de la forma de trabajar que tienen.

Porque los niveles de capital exigidos lo son no solo por los mínimos exigidos a cualquier entidad por el hecho de serlo sino que también se tiene en cuenta el perfil del riesgo de las entidades (de ahí el recargo de un 1% por ser entidades sistémicas) y el tipo de negocio y la situación de cada entidad. Para ello el MUS, a través del BCE, tiene capacidad para imponer recargos adicionales de capital en virtud del conocido como Pilar II de Basilea y que se ha utilizado en la toma de las decisiones individuales para cada uno de los bancos.

En principio, las exigencias concretas de capital están consideradas como confidenciales por las autoridades supervisoras por lo que han pedido a las entidades que las consideren así y no las hagan públicas porque entienden que al haber cifras distintas para entidades similares, una exigencia mayor podría interpretarse como indicador de que la entidad en cuestión estaría en peor situación que otra a la que se le pide menos capital. Y no tiene porqué ser así ya que los supervisores manejan una serie de indicadores más compleja que el mero nivel de riesgo de los bancos. La CNMV italiana ha exigido a los bancos que hagan públicas las exigencias al entender que se trata de un dato relevante para los inversores.

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