La UE abre el filón de las sanciones a pactos fiscales de multinacionales

La Comisión Europea declarará que los pactos fiscales (tax rulings) a los que la cadena de cafeterías Starbucks y el fabricante de automóviles Fiat llegaron con Holanda y Luxemburgo, respectivamente, constituyen una ayuda de Estado ilegal y obligará a ambas multinacionales a reembolsar los impuestos no abonados durante años.

La decisión se espera para hoy mismo, según adelantó el diario Financial Times y corroboraron ayer fuentes comunitarias. Aunque los importes no serían muy elevados -del orden de las decenas de millones de euros, según el diario británico-, sientan un precedente para el resto de casos que están bajo la lupa de la Comisión Europea.

En estos momentos, hay otras dos investigaciones formales abiertas -sobre el fabricante tecnológico Apple, en Irlanda; y la megatienda online Amazon, en Luxemburgo. Además, Bruselas está analizando de forma preliminar decenas de pactos fiscales de las multinacionales. Entre ellos, los de una decena de empresas españolas, según fuentes comunitarias (ver información adjunta).

Los pactos fiscales son acuerdos entre las empresas y los gobiernos en los que se fijan las líneas generales sobre las que las compañías rendirán cuentas con el fisco. Son muy habituales en el caso de multinacionales que si bien fijan la sede en un país de la UE pero tienen actividad comercial en el resto. Aunque bien usados son perfectamente legales, la Comisión Europea sospecha que estos acuerdos pueden rebajar artificialmente la factura fiscal de las empresas.

Impuestos impagados

La cifra definitiva que Fiat y Starbucks deberán embolsar a los fiscos luxemburgués y holandés tendrá que ser calculada por los respectivos gobiernos, aunque los técnicos de Competencia del Ejecutivo comunitario vigilarán que esa cifra se alinea con sus propias estimaciones internas. Técnicamente no es una multa, sino un pago de los impuestos no abonados más sus correspondientes intereses.

Aunque la Comisión Europea no tiene competencias para determinar cuántos impuestos deben pagar las empresas en un determinado país, sí puede decidir que estos pactos fiscales suponen una ayuda de Estado que distorsiona la competencia de un modo incompatible con las normas europeas.

Las investigaciones en profundidad sobre Fiat, Starbucks y Apple se abrieron formalmente en junio del año pasado por el entonces comisario de Competencia Joaquín Almunia. La de Amazon se inició en octubre de 2014 pasado. La sucesora de Almunia, la danesa Margrethe Vestager, ha sido la encargada de liderar la gestión del caso desde noviembre pasado, cuando estalló el caso Luxleaks, que desveló cientos de pactos fiscales entre multinacionales y el Gobierno de Luxemburgo mientras Jean Claude Juncker, actual presidente de la Comisión, era primer ministro del Gran Ducado.

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