La CE exige a España que elimine la ayuda a las compras fuera de Europa.

Bruselas acabó ayer con una de las ventajas fiscales más importantes que disfrutaban las empresas radicadas en España para su expansión internacional. La CE exige la derogación de la norma que permite la desgravación del multimillonario fondo de comercio generado en las operaciones de compras o fusión fuera de la UE. El dictamen pone fin a una investigación abierta en octubre de 2007 por la entonces comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, que ya se saldó en 2009 con la anulación del favorable trato fiscal a las operaciones realizadas por empresas españolas en territorio comunitario. Tras aquel varapalo, el Gobierno español confió en mantener al menos la exención para las operaciones realizadas fuera de la Unión Europea, aduciendo que la ventaja fiscal no distorsionaría el mercado interior. Pero el actual comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, tampoco ha aceptado esa salvedad. Y ayer anuló el resto del régimen y exigió la recuperación de las ayudas concedidas a operaciones extracomunitarias a partir de octubre de 2007. Ese plazo, al menos, parece haber librado a las multinacionales españolas de tener que saldar cuentas de nuevo con Hacienda sobre operaciones previas. La inversión de Iberdrola en EE UU para adquirir Energy East podría salvarse por solo unos meses, pues se anunció en julio de aquel año. Las más recientes, como la de Telefónica en Brasil (para comprar Vivo) ya no computaron la exención, según las fuentes consultadas, como medida de precaución ante las dudas planteadas por la CE sobre su legalidad. Bruselas también acepta que no devuelvan las ayudas las empresas que realizaron operaciones en países con obstáculos fiscales o legales a la inversión comunitaria, entre los que el departamento de Almunia cita a China e India. Los analistas consultados, sin embargo, aseguran que lo importante no es tanto el montante que tendrían que devolver las empresas españolas por las compras afectadas sino los ingresos que dejarían de percibir del fondo de comercio acumulado. España había alegado ante las autoridades comunitarias que la exención fiscal pretendía compensar a las multinacionales por las dificultades que encuentran para adquirir empresas en países terceros. "Sin embargo", señaló la dirección general de Competencia en un comunicado, "la Comisión no ha conseguido identificar tales obstáculos explícitos en la gran mayoría de los principales países terceros cuya legislación ha examinado".Una conclusión que contrasta con los informes que la propia Comisión realiza periódicamente sobre las numerosas trabas que incluso países como EE UU suelen poner al libre comercio o la inversión extranjera. De hecho, José María Vallejo, socio responsable de Derecho Comunitario de KPMG Abogados, defiende que el comunicado de la Comisión Europea resulta ambiguo. Y destaca el párrafo en el que Bruselas indica que se podrá mantener el beneficio fiscal en operaciones con "países en que se ha demostrado [es el caso de China e India] o se puede demostrar" que existen obstáculos para la adquisición o fusiones de empresas. Vallejo entiende que ello abre la puerta a futuras reclamaciones y señala que resulta imprescindible conocer la letra pequeña del informe de la Comisión Europea para determinar su alcance real. En cualquier caso, la decisión que tomó ayer Bruselas supone ya una mala noticia para la internacionalización de las compañías españolas. Grandes operaciones fuera de 'peligro' Telefónica ha hecho dos compras de calado desde 2007. La mayor fue Vivo, líder del móvil de Brasil, que Telefónica adquirió el verano pasado por 7.500 millones. Sin embargo, los fiscalistas de la operadora optaron por la prudencia y, ante la investigación de la CE, decidieron no contabilizarlo, así que no tendrán que hacer ninguna corrección. La segunda es China Unicom, en la que tiene 8,37% adquirido en varias fases, si bien la deducción queda exenta de devolución porque se ha excluido a China e India. Iberdrola, con la compra de Energy East, aplica el principio de confianza legítima: la compra de la estadounidense se anunció en julio de 2007 (antes de la fecha fijada por la CE), si bien como las autorizaciones administrativas fueron largas, la operación no se cerró hasta septiembre de 2008. BBVA ha llevado a cabo dos compras posteriores a 2007, pero que no se verán afectadas por la medida. El chino Citic, país que la UE ha excluido, y Guaranty, cuya compra se realizó a través de un fondo estadounidense. Santander solo ha adquirido en este periodo el 75% de Sovereign que no controlaba. ACS tampoco se ve afectada, ya que compró al valor en libros firmas como Schiavone (99,7 millones), Pulice (114 millones) y JP Picone (131 millones).

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