Hacienda reclama 2.000 alquileres no declarados en los tres últimos años.

Los pisos alquilados que no se declaran se han convertido en uno de los objetivos de Hacienda foral vizcaína en su lucha contra el fraude fiscal. En 2008 identificó los arrendamientos que se pagan con dinero negro como uno de los puntos que resultaba necesario reforzar en sus actuaciones. Comenzó entonces a implementar diversos mecanismos para sacar a la luz este tipo de picaresca, que se han traducido en unas «2.000 actuaciones» entre requerimientos a contribuyentes y propuestas de liquidación de los impuestos que no han sido abonados. Uno de los principales métodos empleados para detectar este tipo de fraude es el cruce de datos informáticos con otras administraciones. Los inspectores cotejan las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y los datos que se guardan en la entidad pública Vivienda y Suelo de Euskadi (Visesa) y en el Departamento foral de Acción Social. Se busca a los beneficiarios de prestaciones sociales de vivienda -para cubrir los gastos de los alquileres o del alojamiento habitual- y se toma nota de la dirección del alojamiento. De esta forma, se descubren pisos aparentemente vacíos pero que en realidad han sido arrendados. Además, el diputado de Hacienda y Finanzas, José María Iruarrizaga, explicó durante una comparecencia en las Juntas Generales que en 2010 se ha terminado un nuevo sistema informático dirigido a censar los inmuebles del territorio. Según dijo, como «primer paso» para trabajar con esta información se ha «listado» a aquellas personas «titulares de más de un inmueble urbano» destinado a ser utilizado como vivienda. Y, para verificar los datos, el pasado año se realizaron «comprobaciones presenciales» en las casas de los «obligados tributarios con mayor número de viviendas a su nombre». Otro de los métodos que suelen revelar este tipo de fraude son los pisos que figuran como vacíos pero al mismo tiempo tienen unos gastos corrientes periódicos: luz, agua, gas... Portavoces de Hacienda y Finanzas aseguran que este tipo de actuaciones están cada vez más desarrolladas. Del mismo modo, recalcan que el «goteo» de documentos que se envía a los contribuyentes sospechosos de no haber declarado un alquiler es algo «constante» en el tiempo, pero las mismas fuentes insisten en que no se realiza en una época determinada de forma «masiva». Requerimientos Los requerimientos que Hacienda envía a las personas que figuran como arrendatarias de un piso no declarado suelen dar un plazo de unos 15 días para que el contribuyente presente determinada documentación. En una de estas cartas, a las que ha tenido acceso este periódico, se comunica a un contribuyente que el fisco ha tenido conocimiento de que en el pasado ejercicio fiscal percibió «rendimientos» que no han sido justificados. En base a estos datos, los inspectores forales solicitan que aporte la localización exacta del inmueble, los ingresos percibidos durante el periodo que ha permanecido arrendado y los gastos que puedan ser deducibles. Una vez recabada toda la información, Hacienda decide si el ciudadano deberá ingresar los rendimientos obtenidos y no declarados con el alquiler.

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