2018: el año en el que dejarán de existir los paraísos fiscales

Aunque Islas Caimán o las Bermudas se llevan la mala prensa cuando se habla de paraísos fiscales, lo cierto es que las cuentas secretas en Suiza acostumbran a aparecer como escenario de fondo en los últimos casos de corrupción y blanqueo de capitales detectados en España.

Pero este tipo de cuentas opacas tienen los días contados, no tanto por los efectos de la amnistía fiscal que se ha impulsado desde el Gobierno, sino por el esfuerzo de los países europeos, con España a la cabeza, por terminar con la falta de transparencia de estas jurisdicciones en su lucha contra el fraude. De hecho, en un reciente examen realizado por la OCDE sobre las facilidades de intercambio de información, España aprueba con matrícula de honor, muy por encima de otras jurisdicciones vecinas que todavía deben incluir mejoras, como Alemania, Reino Unido, Italia, Grecia, Holanda o Austria.

En total, más de medio centenar de administraciones tributarias de todo el mundo han firmado el acuerdo multilateral de la OCDE y el Consejo de Europa para permitir el intercambio automático de información, incluyendo todo tipo de cuentas bancarias, a partir de 2017. En el Viejo Continente, Suiza era el país que más se resistía, hasta hace unos días, cuando por fin anunció que firmaba el acuerdo, aunque su intercambio no será efectivo hasta 2018.

Esto no quiere decir que dejen de existir territorios fiscalmente ventajosos, “ya que cada país es soberano para regular su tributación”, según explica Eduardo Gracia, socio director de Ashurst en España. Eso quiere decir que seguirán existiendo lugares con baja o ninguna carga impositiva. La diferencia, según este experto, radica en el intercambio de información, ya que prácticamente dejarán de existir las jurisdicciones opacas. El objetivo de este acuerdo no es interferir con las políticas fiscales de cada Estado, sino combatir el fraude.

De hecho, hay jurisdicciones históricamente conocidas como paraísos fiscales que ya tienen un sistema que aprueba con nota los exámenes de la OCDE. Es el caso, por ejemplo, de la Isla de Man (Reino Unido), Islas Cook (Nueva Zelanda), Bahamas, Belice, Islas Caimán (Reino Unido) o Gibraltar. Precisamente, aunque cada jurisdicción es independiente para firmar o no este convenio multilateral, las colonias británicas deben hacerlo desde el momento en que Reino Unido se ha comprometido a terminar con la opacidad de la información bancaria en todos los territorios en los que gobierna.

Zonas grises

Aun así, todavía quedan jurisdicciones que suspenden los test de la OCDE: Brunei, Dominica, Micronesia, Guatemala, Líbano, Liberia, Trinidad y Tobago, Islas Marshall, Nauru, Panamá y Vanuatu. Aun así, todavía tienen margen y algunas de ellas ya han anunciado que cumplirán con los requisitos para intercambiar información automática en los plazos establecidos.

Además, el proceso es lento porque, aunque existe un acuerdo multilateral, que es el que han rubricado más de medio centenar de territorios, cada país tiene que firmar un convenio bilateral con el resto de firmantes.

El flujo de información bancaria se producirá una vez al año para todas aquellas cuentas que se abran a partir de finales de 2015, aunque el primer intercambio no se producirá hasta 2017, según matiza el socio de Ashurst.

Además, cada país es libre de tener su propia lista de lo que considera paraísos fiscales y que no tiene que coincidir con la de la OCDE. Por ejemplo, en España se regula por varias leyes de principios de los noventa, que reconocían inicialmente 48 territorios opacos. Cada año, en función de los acuerdos bilaterales, esta lista se revisa.

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